martes, 1 de septiembre de 2009

El del último día...

El último día en mi trabajo. Fue diferente y extraño.
En primer lugar ya no tenía nada que hacer pues todos los pendientes los había dejado resueltos antes de irme de vacaciones y los viernes salimos temprano por lo que se me hizo aún más rápido el día.
Creo que lo más importante que me llevo son amigos, aquellas personas con las que conviví el año y dos meses que estuve ahí. No cabe duda que eso lo fue mejor y a la vez lo más difícil de dejar pues son personas con las que compartes experiencias, trabajo, intereses, historias, comidas, etc.
Después de ahí no se cual es el orden siguiente de todas las demás cosas que deje. Sin duda adquirí experiencia aunque no la que hubiera querido ni mucho menos la que más me va a servir en mi vida profesional (al menos eso creo por el momento). También me llevé mucho aprendizaje sobre la industria que jamás imaginé encontrar: formas de hacer las cosas, el mercado a veces tan extraño, tan cambiante y tan inusual, la burocracia, los avances, fueron muchas las cosas que aprendí. Pude conocer también otra forma en la que se maneja una organización. En mi anterior trabajo (no este que acabo de dejar sino el anterior) todo era formal, entiéndase los procesos, las jerarquías, incluso la vestimenta. En este último trabajo conocí lo opuesto a ello, una estructura sumamente informal, sin procesos definidos, sin supervisión aparente, bueno… hasta la vestimenta era informal (saliéndome un poco del tema, creo que sin lugar dudas me quedo con la primera forma de organización (primer trabajo) pues no era estricta pero si con cierto orden y la gente trabajaba eficazmente, sin necesidad de supervisión pero si con los objetivos bien claros. Al contrario, en la segunda organización (el trabajo que acabo de dejar) no había ningún control y esto hacía que la gente fuera ineficiente, que se la pasaran literalmente el 75% del día el facebook, twitter o Messenger, además no había objetivos claros, no se distinguía una estructura, en general la poca formalidad hacía que la organización no fuera eficiente). También conocí muchos puntos de vista y formas de pensar que sin duda alguna influenciaron mi forma de ver las cosas.Debo decir que me fui muy satisfecho de ahí, que la empresa quedó muy contenta con mi trabajo y que me lleve mucho aprendizaje, sin embargo creo que fue una mala decisión haber entrado a trabajar ahí desde el punto de vista laboral o profesional. Ya no es hora de lamentaciones, lo hecho hecho esta y no me queda más que sacar provecho de lo que aprendí. A buscar trabajo!

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