miércoles, 20 de marzo de 2013

El del viaje a Acapulco y los recuerdos de la infancia...


La semana antepasada fui a Acapulco por motivos de trabajo. Fue el congreso mas importante de la industria y claro que teníamos que ir para hacer acto de presencia y de paso vender mucho.
Creo que lo primero lo cumplimos demasiado (fue el mejor stand por mucho y creo que tuvimos un alto impacto en el evento) y lo segundo creo que también lo logramos (vendimos lo mismo que el año pasado pero con menos asistentes al congreso y siendo en playa, lo que inevitablemente hace que la gente no se aparezca por las conferencias, gaste el dinero en el antro en lugar de productos para su pràctica y llegue a medio día con lente oscuro por la resaca que les dejo la noche anterior).
En fin, los 5 días del Congreso pasaron rápido aunque comodamente (el congreso fue en el Princess y también nosotros nos quedamos ahí).
Para aprovechar la ida decidi quedarme un par de dìas mas para disfrutar del clima, la playa y el mar.
Que buena decisión tomé! Descanse mucho, fui al spa por un masaje, dormi horas bajo el sol en el camastro y disfrute de la playa y la tranquilidad de Acapulco (esto último porque no era temporada alta, que si no ya me imagino como se hubiera puesto).
El punto de todo esto es que no regresaba a Acapulco desde hacía casi 18 años... lo que significa que era apenas un infante sin aspiraciones en la vida. De hecho la última vez que fui mi abuelita todavía vivía y nos la llevamos con nosotros. Haz de cuenta que fue como un flashback durismo a mi infancia.
De repente me vi jugando con mi hermana (y también molestandola un poco), paseando por la playa y disfrutando la alberca del entonces hotel Acapulco Plaza. También recorde cuando íbamos a la Quebrada, cuando nos subíamos a las calandrias (esos carruajes jalados por caballos y que adornaban con globos), cuando íbamos por un helado a Santa Clara y caminabamos por el mercado de artesanias. ¡Que tiempos aquellos!
Así que la decisión de que hacer en Acapulco por dos días era sencilla... la pase en la playa, fui a la Quebrada con unos amigos, comí un helado en Santa Clara, camine por la noche en el mercado de artesanías y vi pasar las calandrias (eso si no lo repeti... ahora hasta luces les ponen y creo que han perdido su encanto). En fin, hice lo que alguna vez en mi vida hice con mis papás, hermanos y abuelita. Y me sentí feliz!, en verdad me sentí feliz (en algún momento hasta nudo en la garganta y toda la cosa).
Muchos dicen que el gran error de Latinoamerica y especialmente un gran error de México es vivir del pasado.... pero a veces solo basta retroceder un poco para traer recuerdos y volver a vivir momentos que te hicieron feliz.

1 comentario:

  1. ¿Un error? o.O no sabia que decían eso.

    Suena a un viaje bien divertido, que bueno que te divertiste y que ademas trabajaste ;)

    Saludos!

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