En un post anterior les comente que mi jefe me llamaba a todas horas (laborables o no) y en todos los días (entre semana o en fin de semana). Lo peor es que el 98% de las llamadas eran por cosas que no eran urgentes o que podían esperar al siguiente día para que se arreglaran, y que de manera general no sabía qué hacer.
Pues el día llegó (en mi revisión anual... en la que por cierto me fue muy bien) y lo dije. Básicamente que ya no contestaba las llamadas a propósito, es decir, que veía el identificador y al ver que venía de él decidía no contestarle. El comentario que recibí es que ya se había dado cuenta de esa situación pues antes siempre contestaba o mandaba un mensaje y que en los últimos dos o tres meses ya no lo hacía. La promesa que obtuve fue que eso ya no iba a continuar, es decir, al fin me libraría de las llamadas de mi jefe (lo vuelvo a repetir, no quiero sonar como poco cooperativo pero en verdad lo que menos quiero después de salir del trabajo es pensar en el trabajo, no es nada en contra de mi jefe, es un tema de salud mental, no toda mi vida gira en torno al trabajo).
Obviamente yo salí muy feliz de ahí pues al parecer todo se había resuelto.
Un día después: 2 llamadas fuera del horario laboral
Dos días después: 1 llamada fuera del horario laboral + una disculpa por llamar
4 semanas después: seguimos en la misma rutina de llamadas y mensajes diciendo que es urgente que le hable
Ahora me pregunto si fui lo suficientemente claro o especifico.
Les vuelvo a preguntar ¿Que hago ahora?
Es obvio que la inmediatez del celular (y ahora también de la internet) le dice a su cabecita que lo que él cree (tu jefe) que es urgente ES URGENTE (y punto) y no le vas a hacer cambiar de opinión.
ResponderEliminarAl parecer es medio acelerado, pero tu también volviste a caer en el juego de las llamadas.
¿Por qué no le dices que mejor te mande un mail? Pues para escribir uno tiene que pensar mejor las cosas y al final de cuentas valorar si es urgente o no...
Sin embargo eso puede tener otra vertiente; que se encuentre con alguien que esté dispuesto a contestarle a todas horas sus llamadas y hacer como que soluciona el mundo y entonces tu ¿dónde quedarías?.
Entonces la cosa es contigo, que estás dispuesto a hacer o a tolerar, Aunque tampoco sería mala idea que le comentaras lo que aquí dices, que no es nada en contra de él o del trabajo, si no que por desgracia también tienes una vida con la cual esperas disfrutar con el sueldo que te dan.
¡Saludos!