Voy regresando de las vacaciones de Semana Santa.
Este año, como absolutamente todos los años anteriores, la pase en S. Creo que nunca he pasado una Semana Santa en otro lugar, a excepción de cuando estuve en Inglaterra, que por cierto me tocó viajando por Italia. El caso es que me fui una semana con toda mi familia y ahí nos vimos tanto con la familia que vive ahí como los que viven en Toluca.
De domingo a miércoles no pasó nada relevante, prácticamente me levantaba tarde, desayunaba tarde, me bañaba, íbamos a comer a Almoloya y ya en la noche a los antojitos en el centro.
Las cosas cambian a partir del jueves.
Primero que nada, en S. se hace una representación de la Pasión de Cristo, de hecho uno de mis primos es uno de los actores principales y mi tío uno de los fundadores.
Pues el jueves empieza la representación en la noche, hay varias escenas en el barrio del Centro y la Veracruz además de la aprensión.
Al día siguiente fui a la segunda parte de la representación, había mucha gente y es en este día que mi primo actúa. Después de todas las escenas del juicio nos vamos caminando (es una subida muy empinada y larga) hasta donde es la crucifixión donde todo acaba y donde todos terminamos quemados gracias al sol.
Después nos fuimos a comer a la casa de mi tía y en la noche fuimos a la procesión del silencio, donde todo el pueblo sale con velas en silencio desde la Parroquia hasta el Templo de la Santa Veracruz.
El sábado en S. se acostumbra a que las familias salgan de día de campo, y mi familia no es la excepción. Antes nos íbamos a comer a un terreno que tenemos en el pueblo pero de un tiempo para acá nos vamos a la casa de mi papá donde además en la noche prendemos una fogata y descansamos.
El domingo es día de partir, día de la última comida familiar y de las despedidas. Siempre me pasa que cuando ya nos vamos no quiero partir. Quizá es por haber estado con toda la familia, por haber estado desconectado de internet (literalmente) por cierto tiempo o simplemente, y como ya lo había mencionado antes, porque me hace olvidar la realidad y todo lo que conlleva.
En fin, no es tiempo de lamentaciones, de regreso a la realidad y a buscar trabajo.
PS. Mañana es mi cumpleaños...
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