El de las manías de mi niñez v.1 ...

Creo que si algo me definió de niño fueron mis manías (por no decir caprichos) que estoy seguro que en algunas ocasiones volvieron locos a mi papás y también a mis hermanos. Era simplemente algo que no podía evitar y creo que eso provocó que hoy en día sea un tanto compulsivo por los detalles y por el que siempre quiera que las cosas se hagan como yo quiero. He aquí un recuento:

1. La comida era un todo un tema para mi mamá, no podía (y de hecho no puedo actualmente) comer pollo que tuviera cueros o venas, tomar jugo que no estuviera colado o comer cualquier tipo de fruta (excepto las manzanas).

2. Desde que tengo uso de razón mi mamá me peinaba con un partido de lado en mi cabeza y creo que se me quedó como fijación porque no podía salir de mi casa si no estaba peinado

3. Cuando a alguien le pasaba algo (alguna fractura, caída, operación, etc.) soñaba...que digo soñaba... anhelaba que me pasara lo mismo, por alguna razón siempre me gustaba imaginarme en el papel de la víctima (si... ya se que es muy enfermo).

4. Siempre pedía juegos de mesa y juguetes de playmobil a los reyes magos pero rara vez jugaba con ellos, lo que me gustaba era armarlos, acomodarlos y simplemente admirarlos.

5. Hubo un tiempo en que tenía la manía de ir diario al closet de mi papá y buscar en los bolsillos de los sacos de sus trajes alguna moneda para quedármela (aka despojarlo del cambio que le quedaba).

6. Tomar yakult se convirtió en una obsesión. Siempre pasaba una señora a venderlos y mis papás siempre compraban 10, 5 me los tomaba ese día y 5 al día siguiente. También tuve una época compulsiva de comer duvalines, pelones o pulparindos (años después me enteraría que fue prohibida la venta de los pulparindos en EU por contener altas concentraciones de plomo, quizá a eso se deban mis debrayes actuales).

7. Me obsesionaba el que iba a ser de grande, pensaba mucho tiempo que podría llegar a ser o en que podría ser bueno. Una vez, creo que iba en cuarto o quinto de primaria, me dio una crisis (que por supuesto nadie notó) y tan desesperado estaba que empecé a sudar frio y decidí en ese momento que iba a ser maestro de karate (irónico porque hasta ese día nunca me había llamado la atención y a decir verdad hasta la fecha).

8. También tenía la manía (como cualquier niño) de ver caricaturas, pero iba más allá. Estaba seguro que toda la vida (aún cuando ya fuera grande) iba a ver caricaturas, que no podía haber algo mejor que ellas y también me ponía nervioso el pensar que tendría que ocultar este hecho por toda mi vida.

Ahh no me acuerdo de otro pero por eso pongo volumen 1, porque estoy seguro que ya se me ocurrirán más cosas.

¿A poco no era medio maniaco-compulsivo-fatalista?

Imagen vía Disney Channel/Phineas y Ferb