La semana pasada se organizó
una cena con la vice presidenta para Latinoamérica de la división en la que
trabajo. La única condición: solo marketers estaban invitados, cero jefes, cero
gerentes o directores, solo las personas encargadas de hacer marketing en la
división. Además, era fuera de horario laboral, por lo que técnicamente no
necesariamente tenías que quedarte o acudir a la reunión.
Al final de cuentas todos los
mercadólogos fuimos (9 en total).
¿Cómo nos fue? Creo que muy
bien, platicamos sobre nuestros trabajos anteriores, sobre cosas que nadie
supiera de nosotros y finalmente le hicimos preguntas sobre la división, sobre
la compañía en USA, sobre las posibilidades que tenemos de crecimiento y
también de movilidad hacía otros países. Creo que la pasamos bien, pasamos un
par de horas y finalmente nos despedimos.
Todo esto estuvo bien, pero
hubo personas que desde antes de la reunión llevaban una mala actitud. No digo
que todo haya sido perfecto pero creo que cuando te predispones sin siquiera
saber que viene ya empezaste mal. En verdad no puedo creer que muchas veces el
objetivo sea siempre criticar y nunca proponer, siempre echar abajo todo en
lugar de construir.
En fin, creo que este mundo no
es perfecto, o mejor dicho, creo que cada quien es diferente y hay muchas formas
de pensar. Quizá soy yo el que espera que todo mundo piense como yo.