El del día antes...

A solo unas cuantas horas de dejar mis prolongadas vacaciones me siento como cuando era niño y era el domingo antes de entrar a un nuevo curso en la escuela, con mucha expectación y nervios.

- ¿Quien será mi maestro?

- ¿En que salón me tocará?

-¿Me habrá tocado con mis amigos?

- ¿Habrá alguien nuevo?

- ¿Estará difícil el curso?

- ¿Que voy a aprender este año?

- Ya soy más grande!

Ahora estas preguntas se traducen a:

- ¿Como será mi nueva jefa? (en cuanto al trabajo porque de hecho ya la conozco, ella fue la que me entrevistó)

- ¿Cómo será mi lugar de trabajo?

- ¿Cómo serán las personas que ya trabajan ahí?

- Al ser la empresa tan grande ¿Habrá alguien que ya conozca?

- ¿Cuales serán mis actividades de manera específica?

- ¿Cuál será el ambiente laboral?

- ¿Haré amigos rápido?

Y un sin fin de preguntas más que contestaré el día de mañana. Mucha información ¿no?

Creo que esa es una constante de todo cambio. Al desconocer las nuevas cosas que te rodean y al estar recibiendo información nueva de diferentes lados te sientes abrumado y no tienes tiempo de extrañar tu estado anterior, enfocas toda tu atención en lo nuevo y lo tratas de relacionar con lo que ya sabes, experimentas simultáneamente sentimientos de sorpresa y aversión. Al final del día empiezas a asimilar todo lo nuevo que acabas de conocer. Es ese periodo de adaptación el que espero me tomé muy poco tiempo y ante él hace falta mucho aguante.

Hay muchas personas que dudarían que soy una persona que cambia fácilmente o que se adapta fácilmente pero debo decir que si hay algo que he hecho en esta vida es cambiar y arriesgarme a hacer nuevas cosas. El decidir vivir en otro país o el cambiar dos veces de trabajo son algunos ejemplos (tengo conocidos que no se atreven a alterar su status quo por comodidad o por miedo). Y aunque en realidad si me da miedo cambiar o emprender nuevos retos me he dado cuenta que mi lado fuerte se impone ante el débil y afortunadamente he salido bien librado y exitoso. Y el cambio que mañana me espera no será la excepción.

Mañana les cuento como me fue.